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Artículos del Monitor

Tras las mortales explosiones y tiroteos ocurridos la semana pasada en Noruega, es muy probable que esta pregunta se esté planteando desde el corazón de Oslo hasta los lugares más remotos del planeta, atravesando los corazones de muchos que quieren creer en un Dios del todo bueno, pero les cuesta hacerlo ante tal expresión de maldad. ¿Dónde está el Amor divino que cuida de todos nosotros? A veces responder con un “en todas partes” parece demasiado fácil.

Los enormes tornados que asolaron el sur de los Estados Unidos movilizaron de inmediato a la brigada de vecinos locales. La cultura sureña aquí tiene una asombrosa capacidad para responder instantáneamente en ayuda del prójimo.

“En el Cairo, Londres y Brooklyn, son demasiados los jóvenes que están desempleados y descontentos,” dice el subtítulo de “La Bomba del Desempleo Juvenil” (Bloomberg Businessweek, Feb. 2).

El mundo tiene muchas formas de llevar la cuenta de las cosas: el escalón que ocupas en la escalera corporativa; el balance en tu cuenta bancaria; el barrio o la colonia donde vives; tus resultados en el golf; la cantidad de amigos que tienes en Facebook; tu promedio académico; tu edad; la marca de tu ropa, etc. Todas éstos pueden tomarse como indicadores claves o pistas en cuanto a tu posición en la escuela o en el trabajo, en la vida social, o hasta dentro de tu propia casa.

Tan pronto me enteré del terremoto y del tsunami en Japón, le envié por e-mail este mensaje a un amigo nuestro que vive allí: Querido Nitaro y familia:  Los miembros de nuestra iglesia están orando por todos ustedes en Japón. Estamos usando el Salmo 46, especialmente el primer versículo: “Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones”.

De vez en cuando oigo de personas que tienen problemas o se enfrentan a situaciones que ellos creen que no tienen esperanza. Lo que a menudo les trae un rayo de esperanza es señalar que si en realidad estuvieran sin esperanzas no estarían buscando ayuda por medio de la oración.

Vientos de cambio soplan en el Medio oriente y en todo el mundo. Después de las revoluciones en Túnez y Egipto, en las que los presidentes fueron derrocados, los regímenes autocráticos en otras partes del Medio Oriente y de África del Norte se están enfrentando a las protestas de ciudadanos ávidos por reformas democráticas.

Aquí en Tokio he creado un archivo en mi e-mail llamado “bendiciones terrenales” (no “terremoto”). Es una colección de más de 150 mensajes de bendiciones, mensajes con la esperanza de que Japón sobreviva uno de los eventos más tristes de su historia reciente.

Mi corazón y mis oraciones están con el pueblo de Japón hoy. Oro para que sientan la presencia de un Padre-Madre Dios benevolente, a pesar del cuadro que los rodea.

Pocas cosas me parecen más desalentadoras que recibir una factura que no puedo pagar. Tantos pensamientos corren por mi cabeza: ¿Qué voy a hacer? ¿De dónde vendrá el dinero? ¿Qué va a suceder si no pago a tiempo, o si no pago nada? Recientemente, a fin de año, recibí una factura grande de publicidad por mi negocio.

La misión del Heraldo

 “... para proclamar la actividad y disponibilidad universales de la Verdad...”

                                                                                                          Mary Baker Eddy

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